Al girar el eje se produce una fricción entre este y el retén, desarrollándose calor. Cuando mas rápido gira el eje mayor será el calor producido por la fricción. Cuando se alcanza la temperatura máxima admisible del labio se ha llegado a la velocidad periférica máxima permitida del eje. Por tal razón, puede decirse en términos generales que cuando mayor sea la resistencia al calor del material de retén, mayor será la velocidad periférica admisible. También deberá tomarse en consideración la temperatura ambiente.
Sin embargo, el calor producido por la fricción no depende solamente de la velocidad de rotación sino que también, existen otros factores como:

– Terminación superficial, excentricidad y desplazamiento del eje.
– Lubricación y condiciones de presión, disipación del calor.
– Diseño del labio.

Los diferentes diseños del labio influyen sobre la magnitud de la fricción dando , por lo tanto, como resultado incremento variado de la temperatura.
Esto hace que los diferentes diseños de labios permitan diferentes velocidades periféricas. La figura N.º 5 muestra los valores máximos aproximados de la velocidad periférica admisible para labios de retenes tipo Lz, Mz, Kz, etc., de nitrílio, poliacrilico, silicona y vitón.
La curva muestra que en ejes de mayor diámetro pueden permitirse velocidades periféricas más altas que en el menor diámetro. Esto esta relacionado directamente con el aumento de sección del eje, sección que aumenta con el cuadrado del diámetro, aumentando por consiguiente en la misma proporción la capacidad de disipar calor.


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